Una nueva fantasía comenzaba para el héroe mítico. Su fuerza no era suficiente para llenar un vacío que solo el deseo prohibido podía saciar. La tentación se presentó ante él. No era un monstruo sino un hombre con unos abs definidos y una sonrisa maliciosa. Se dejó llevar por un deseo incontrolable. Cada mirada cada toque lo sumergía en un éxtasis sin igual. El deseo se desataba sin control. El rubio cabellera del otro hombre se entrelazaba con la suya en un beso apasionado. El bullicio de su vida anterior se desvanecía ante esta nueva realidad. Cada parte de su ser vibraba con la emoción de lo prohibido. Su aventura apenas comenzaba. Y cada paso lo llevaba más cerca de su verdadera identidad. La oscuridad de la noche ocultaba sus secretos. No había vuelta atrás para el Hércules desnudo y liberado. La piel erizada de placer. Hércules abrazaba su nueva identidad. Un final feliz que nadie esperaba.